GRANDES CETÁCEOS
ASISTENCIA A VARAMIENTOS DE GRANDES CETÁCEOS VIVOS
El varamiento de un gran mamífero marino conlleva normalmente un desenlace fatal. Los problemas logísticos de tratar a un animal de varias toneladas, la situación propia del animal por el estrés físico y psíquico de estar varado, junto con la causa primaria que obligó al animal a varar en un primer lugar, dan lugar a un rescate verdaderamente complicado.
En estos casos es fundamental la colaboración con las entidades y agentes locales para evitar que alguien se acerque a tocar o nadar cerca del animal. Por un lado para evitar el estrés del animal y por otra por la propia seguridad de las personas ya que estos animales, dadas sus dimensiones, simplemente con el movimiento del oleaje y con su peso pueden producirnos lesiones muy graves.
En muchas ocasiones, estos animales llegan a la costa ya muertos, flotando o enganchados en la proa de algún gran mercante. Dada su envergadura, las tareas de retirada del cuerpo del animal se convierten en labores de varios días en las que han de intervenir grúas y camiones de gran tonelaje, además de una elevada cantidad de personal. En estos casos, estos servicios son contratados por el ayuntamiento de la localidad donde se ha producido el varamiento y la tarea de CRAM es el asesoramiento técnico del proceso además del registro y biometría del animal.
Hay que desplegar un dispositivo complejo para la retirada de un animal de estas dimensiones. 2 grúas de gran tonelaje del puerto son necesarias para levantar un rorcual adulto, que puede llegar a pesar 60 toneladas.
A los grandes cetáceos también se les realizan biometrías y toma de muestras para poder hacer un registro completo de cada caso.
Hay que movilizar un gran equipo que trabaje coordinadamente. Un error puede provocar un accidente y que se lesione algún rescatador.
Hembra de rorcual común (Balaenoptera physalus) en el puerto de Barcelona, arrastrada por un buque en el bulbo.