Con tu aportación anual contribuyes a la conservación de una especie en peligro de extinción.
Por qué apadrinar una tortuga marina
En el Centro de Recuperación de la Fundación CRAM hay varios ejemplares de tortuga marina que, debido a lesiones que presentan, no podrán ser reintroducidas en el mar, ya que se considera que no sobrevivirían en el medio salvaje. De este modo, las tortugas pasan a ser residentes y requieren de una atención específica diaria: alimentación, limpieza y seguimiento médico. Con tu aportación como padrino o madrina, haces que todo esto sea posible ya que las tortugas pueden ¡superar los 90 años de vida!. Además, estas tortugas reciben las visitas de la gente que viene al CRAM dentro de nuestro programa educativo, y algunas de ellas participan en los proyectos de investigación que lleva a cabo la Fundación.

TU COLABORACIÓN TIENE VENTAJAS FISCALES
Si has decidido hacerte socio, apadrinar una tortuga o realizar un donativo recurrente o puntual a la Fundación CRAM te informamos que puedes desgravarte estas donaciones en tu declaración de la renta, al ser una entidad acogida al “Régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales del mecenazgo” de la Ley 49/2022, de 23 de diciembre.