ESTUDIO DE BIOACÚSTICA SOBRE CETÁCEOS
El resultado fue el registro de 270 archivos de sonido con una frecuencia de muestreo de 64.000 Hercios.
Durante el periodo de enero a marzo del 2007, el CRAM realizó un estudio sobre las costumbres de las poblaciones de cetáceos y el impacto de la contaminación acústica en sus comunidades mediante los sistemas EAR (“Ecological Acoustic Recorder”), desarrollados gracias a un acuerdo de investigación entre la Fundación CRAM y el Oceanwide Science Institute de la Universidad de Hawaii. Se trata de un sistema pionero en Europa del que existen sólo 23 unidades en el mundo y que tiene la capacidad de detectar y almacenar una frecuencia programable entre los 0 y los 24 kilohercios (kHz), con lo que se ajusta a las necesidades de los estudios de bioacústica con cetáceos.
Así, los EARS permitieron registrar los “clics” de alta y baja frecuencia que los cetáceos utilizan para la ecolocalización y los silbidos que emiten para comunicarse; siendo el área de estudio las Islas Canarias. Para llevar a cabo la investigación, el CRAM fletó el barco el “Vell Marí” equipado con un hidrófono que permite su utilización tanto en arrastre como en estático y con sistemas EARS que fueron instalados a una determinada profundidad para registrar sonidos en un periodo de tiempo más largo.
El estudio se inició fijando sistemas EAR en dos estaciones meteorológicas fijas al sur de Tenerife y al norte de Gran Canaria. Además, se realizaron una serie de recorridos previamente establecidos (transectos) con el hidrófono en arrastre, para el registro e identificación de las diferentes poblaciones de cetáceos. También se utilizó el hidrófono en modalidad estática para el registro de la actividad de cetáceos que emiten sonido de baja frecuencia; ya que este dispositivo tiene capacidad para detectar y registrar un rango de frecuencias que va de los 5 Hz. (baja frecuencia), a 200 kHz (alta frecuencia).
La localización de los EARS permitió registrar los sonidos provocados por la actividad de las diferentes poblaciones de cetáceos y el provocado por la actividad antrópica en el canal existente entre las dos islas, en el que existe un elevado tráfico marítimo. El resultado fue el registro de 270 archivos de sonido con una frecuencia de muestreo de 64.000 Hercios.
Las grabaciones realizadas revelaron que los “clics” son más abundantes en horas de atardecer y durante la noche, lo que sugiere que la presencia de odontocetos en esta área está probablemente vinculada a desplazamientos de carácter diario hacia aguas profundas por la tarde, permaneciendo en la zona durante la noche. Esta característica sugiere que la zona de muestreo podría ser utilizada por los odontocetos como área de alimentación nocturna.
Por lo que respecta a los silbidos, su presencia fue menor al de los clicks de ecolocalización, aunque su tendencia sigue un mismo patrón, indicando que la emisión de silbidos es coincidente con la actividad de ecolocalización. Los silbidos son más abundantes durante el atardecer y muy bajos o ausentes durante la noche. Estos resultados indican que el comportamiento que predomina durante las horas de luz y especialmente por la tarde es de carácter social. Así, la actividad acústica manifiesta comportamientos sociales durante el día, alimentación durante las horas de noche y ambos durante la tarde.

La cantidad de registros de sonido aportados tras las campañas realizadas con los sistemas EARS en aguas canarias hizo posible terminar la detección de misticetos, identificar las diferentes especies de odontocetos y finalizar el análisis del ruido ambiente.

