FRACTURA DE CAPARAZÓN Y PARAPLEJIA

DATOS

  • Especie: Caretta Caretta

  • Nombre: Super López
  • Peso: 23 kg
  • Lugar de recogida: Blanes
  • Fecha: 17/06/2004

HISTORIA

Súper quedó atrapada en una red de trasmallo a 12 metros de fondo. Los pescadores la subieron a bordo y llamaron al 112, quien alertó al equipo de rescate de CRAM. Presentaba dos fracturas considerables de caparazón, producidas probablemente por una hélice, y estaba en estado de shock. El reflejo palpebral era mínimo.

EXAMEN FÍSICO

Al llegar al centro de recuperación el animal no presentaba ningún tipo de reflejo a la exploración neurológica. No reaccionaba a ningún tipo de estímulo ni respiraba. Comenzaron entonces las maniobras de reanimación. Se trata de un masaje cardíaco realizado mediante movimiento de extensión y flexión de las aletas delanteras. Para esta operación debe de ser colocado en decúbito esternal en un plano de 45º orientado hacia abajo. Al no obtener respuesta, se procedió a su intubación endotraqueal y ventilación positiva. tras unos minutos, el animal reaccionó y comenzó a respirar por sí mismo. Se le administró la medicación inicial y fue colocada en el tanque de cuidados intensivos, ante su precario estado clínico. Presentaba dos fracturas de caparazón abiertas, profundas y conminuta en el tercio caudal.

DIAGNÓSTICO

Se le realizaron en un primer momento, analítica sanguínea completa y radiografías anteroposteriores y dorsoventrales. Presentaba deshidratación e hiperfosfatemia ligera, que se corrigieron tras la fluidoterapia, además de linfocitosis, que perduró en el tiempo hasta su recuperación completa. A nivel radiológico se identificaron dos fracturas que afectaban a D8 y D9. Mediante TAC se identificó la sección completa de la médula espinal a nivel de las vértebras mencionadas, lesión que se confirmó posteriormente mediante resonancia magnética nuclear. Tanto la porción caudal de la D8 como la craneal de la D9 estaban destruídas por completo. Los exámenes neurológicos periódicos determinaron que el animal padecía una parálisis espástica de las extremidades posteriores. Aparentemente parecía mover las aletas traseras, pero según una especialista en neurología este movimiento era una consecuencia típica de dicha lesión denominada «marcha espinal», según la cual, tras una lesión medular grave, se pueden producir movimientos involuntarios de las extremidades, pero tan sólo de forma refleja. Tras confirmar este diagnóstico, se decidió dejar en el centro de recuperación sin posibilidades de ser liberada debido a la incapacidad de movimiento de dos aletas del mismo lado y, por tanto, de estar en inferioridad de condiciones en el medio salvaje ante posibles peligros.

TRATAMIENTO

El tratamiento inicial hasta restablecer volemia y superar el shock consistió en rehidratación intravenosa con suero fisiológico mezclado con glucosalino, corticoides de acción rápida, inicio de antibioterapia y desbridamiento y limpieza de las heridas. A los 5 días de su estancia en el centro de recuperación, comenzó a comer por sí misma y se suprimió la alimentación parenteral, aunque, ante la gravedad de las lesiones y la posibilidad de desarrollar osteomielitis a partir de las fracturas, se mantuvo la antibioterapia durante meses. Se estableció un protocolo de curas cada tres días. En casos de fracturas abiertas de caparazón con exposición parcial de celoma es importante mantener una buena limpieza de las heridas. Para ello, se limpian las mismas cuidadosamente, desinfectando y retirando el tejido muerto y se cubre la herida con lanolina anhidra, una sustancia grasa que se extrae de la piel de cordero, que no reacciona con los tejidos vivos y repele el agua, sirviendo a modo de vendaje para animales que están en meduio acuático. De esta forma se mantiene la herida limpia después de al cura durante varios días, sin que el agua del tanque pueda penetrar en el misma. Se realizaron curas periódicas aumentando el tiempo entre ellas a medida que la herida iba cerrando.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA