VARAMIENTO DE RORCUAL COMÚN

(BALAENOPTERA PHYSALUS)

DATOS

  • Especie: Balaenoptera physalus

  • Longitud: 1.100 cm
  • Peso: 20.000 kg
  • Lugar de recogida: Sitges
  • Fecha: 10/12/1994

HISTORIA

Un juvenil de rorcual común apareció nadando frente a las playas de Sitges en aguas someras (de poca profundidad). Aparentemente el animal no mostraba signos de enfermedad y su actividad era normal.

EXAMEN FÍSICO

En una aproximación al animal, no se observó ninguna manifestación externa de enfermedad, la respiración era regular presentaba buena condición corporal. Su actividad era normal.

DIAGNÓSTICO

Varamiento individual de ejemplar joven, posiblemente por desorientación, aunque no se descartó ni confirmó ninguna causa orgánica.

TRATAMIENTO

El equipo de la Fundación CRAM, conjuntamente con embarcaciones de la zona y Salvamento Marítimo, interpusieron varias embarcaciones entre el animal y la orilla para evitar que se acercara más y poder conducirlo hacia aguas más profundas.

EVOLUCIÓN

Varios días después volvió a aparecer, esta vez completamente varado en Comarruga, al sur de Sitges, pero sin signos aparentes de enfermedad. Gracias al trabajo en equipo se consiguió reintroducir el animal mar a dentro. Los servicios de vigilancia no volvieron a notificar la presencia de este ejemplar cerca de la costa.

COMENTARIOS

El varamiento de grandes cetáceos supone un reto a la hora de realizar un rescate o reintroducción al mar. Es necesario el trabajo conjunto de diferentes entidades para poder realizar un trabajo de semejante magnitud. Además, hay que trabajar coordinadamente y rápidamente, pero intentando minimizar el estrés lo más posible.
Además, hay que tener en cuenta que cosas como un examen físico completo o según que tipos de tratamientos son inviables, debido a las dimensiones del animal, pero también al riesgo que puede suponer para el equipo de rescate o para el veterinario.

Generalmente los grandes cetáceos llegan a la costa muertos, muchas veces debido a impactos contra grandes buques. Esto puede darse bien por alguna enfermedad que los debilite o por la contaminación acústica, que impedirían que el animal se oriente correctamente o detectar a tiempo la amenaza que supone el cada vez mayor tráfico marítimo.