Un año más podemos celebrar el día mundial de la Educación Ambiental, donde uno de sus principales objetivos es el de crear conciencia sobre la importancia de la conservación de nuestro medio.
La carta de Belgrado (documento escrito en el seminario de Belgrado de las Naciones Unidas) fue publicada en el año 1975 donde se plasmaban los diferentes objetivos y las diferentes líneas de trabajo de la Educación Ambiental.
Hasta el año 1976 no se definió de manera clara qué era la educación ambiental.
“La educación ambiental es un proceso permanente donde los individuos y las comunidades toman conciencia de su medio y aprenden los conocimientos, valores, destrezas, experiencia y, también, la determinación que los capacita a actuar, de manera individual y colectiva, en la resolución de los problemas ambientales presentes y futuros.”
Actualmente, estamos en una situación atípica donde nuestra vida está ligada a una pandemia. Aun y así, desde la Fundación CRAM queremos seguir trabajando por la conservación de nuestros ecosistemas. No hay mejor manera de hacerlo que con la divulgación y la concienciación, una herramienta eficaz que poco a poco nos ayuda a tener unos ecosistemas más sanos y más sostenibles.
Queremos compartir y conmemorar este día con toda la ciudadanía, desde los más grandes a los más pequeños, para poder conseguir un mundo más rico y lleno de vida.
Por este motivo hoy, 26 de enero, nos unimos a celebrar el día mundial de la educación ambiental.
“La naturaleza siempre vela por la preservación del universo” Robert Boyle, filósofo de la naturaleza, químico, físico e inventor.