El pasado 7 de febrero recibimos aviso de 3 tortugas marinas capturadas accidentalmente por pesca de arrastre desde La Ràpita.

La primera es Paula, la paciente 24 e ingresa gracias a la colaboración de la embarcación Espelta Manzano. Se trata de una tortuga de 27 kilos de peso que padece de aspiración de agua, a causa de la captura accidental. En estos casos si no se recibe un tratamiento de urgencia la tortuga puede llegar a sufrir neumonía o ahogarse. Paula ha estado recibiendo un tratamiento de antibióticos y día tras día su estado ha ido mejorando.

La segunda es Adriana, paciente 25 que ingresa gracias a la colaboración de la embarcación Germans Puigcerver. Se trata de una tortuga de 45 kilos que, tras las pruebas realizadas se determina que sufre síndrome descompresivo moderado y recibe el tratamiento necesario gracias a la cámara hiperbárica que tenemos en el centro. Además, presenta externamente una alta presencia de balanos, lo que puede indicar que lleva un tiempo más inactiva de lo normal. Su analítica sale alterada y está con un tratamiento de antibióticos. Come con mucha paciencia y con pinzas.

La tercera ingresa gracias a la colaboración de la embarcación Espelta Manzano. Llega a puerto es un estado muy débil e inactivo y cuando llegamos al centro podemos determinar que sufre de síndrome descompresivo grave. A pesar del esfuerzo del equipo de Clínica y Rescate, la tortuga fallece antes de poder recibir el tratamiento.

El 11 de febrero recibimos aviso de 2 tortugas más, también desde La Ràpita. La primera es Nayka, la paciente 27, que ingresa gracias a la colaboración de la embarcación La Creu. Es una tortuga de 15 kilos que tras las pruebas realizadas se determina que está bien de salud. Aun y así le está costando comer, probablemente debido al estrés ocasionado tras la captura.

La segunda es Ian, la paciente 28, que ingresa gracias a la colaboración de la embarcación Guadalupe II. Se trata de una tortuga de 14 kilos que, tras las pruebas realizadas se determina que sufre síndrome descompresivo moderado y recibe el tratamiento necesario gracias a la cámara hiperbárica que tenemos en el centro. Además, a los pocos días de su ingreso, ha defecado una gran cantidad de plásticos, otro de los grandes problemas que podemos observar día a día en el centro en nuestros pacientes.

Tú colaboración es vital para la conservación de las tortugas. Con tu ayuda estarás colaborando en que pronto estas tortugas puedan ser reintroducidos en el mar.