La Fundación CRAM para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos inicia una campaña oceanográfica para el estudio de la población planctónica y de microplásticos en la Zona de Especial Conservación de las Costas del Maresme, gracias a la colaboración de Freshly Cosmetics.
La preocupante situación actual y las previsiones según científicos especializados muestran la urgente necesidad de protección de los mares y océanos para intentar revertir la situación, o al menos ralentizar la problemática, si queremos seguir conociendo y disfrutando de ellos como los conocemos. Para ello es primordial crear reservas marinas y zonas protegidas que presentan grandes ecosistemas y gran biodiversidad marina por su interés e importancia para la salud de nuestros mares y océanos. Estas zonas protegidas tienen que ser libres de contaminación, fondeo de barcos, pesca, o cualquier acción que pueda perturbar la supervivencia de los ecosistemas y organismos que la constituya.
La Zona de Especial Conservación (ZEC) de las Costas del Maresme se trata de un espacio marino dentro de la red Natura 2000 de 2.908,67 hectáreas situado delante de la costa de la comarca del Maresme en Cataluña, España. Este espacio marino presenta un elevado interés de conservación ya que alberga una importante pradera de posidonia, fanerógama marina que genera los ecosistemas marinos más importantes del Mediterráneo. Muchas especies marinas encuentran los nutrientes necesarios para su supervivencia, así como un hábitat adecuado entre los brotes de posidonia, sobre todo entre sus rizomas, que llegan a constituir un enorme entramado recubierto de sedimentos donde se alojan multitud de individuos. La retícula formada con los rizomas y las hojas de la posidonia ofrece numerosos escondites y suele cubrirse de sedimentos, y las hojas se recubren de organismos epifitos: pequeñas algas que acceden de esta manera a la luz para poder sobrevivir y de pequeños invertebrados que filtran las partículas en suspensión. La posidonia también atrae a numerosas especies de peces, tanto carnívoros como omnívoros, que se alimentan de los pequeños invertebrados que encuentran refugio en las praderas, como crustáceos, equinodermos, moluscos, poliquetos, etc.
La base de la mayoría de los ecosistemas marinos es la población planctónica, ya que representa el primer eslabón de la cadena trófica en el mar, constituyendo la mayor biomasa disponible de la trama trófica en los medios acuáticos, conformando el alimento de gran cantidad de especies. El plancton son microorganismos que viven suspendidos en la columna de agua, y generalmente está constituido por dos grupos: el zooplancton, que son organismos de naturaleza animal (cnidarios, ctenóforos, moluscos, crustáceos, larvas, etc.); y el fitoplancton, que son organismos fotosintéticos microscópicos y unicelulares (diatomeas, dinoflagelados, etc.). Además, el fitoplancton tiene un gran interés biológico ya que por medio de la fotosíntesis contribuye al medio ambiente absorbiendo grandes cantidades de dióxido de carbono y produciendo el 50% del oxígeno molecular necesario para la vida terrestre.
Una de las principales amenazas que sufren actualmente nuestros mares y océanos es la contaminación por plástico, ya que se arrojan al mar miles de toneladas de plásticos cada año. Esto es un problema muy grave, no solo porque la presencia de los macroplásticos produce un gran impacto en la biodiversidad marina sino también porque debido a la baja biodegradabilidad que presenta el plástico se está creando un problema aun mayor, los microplásticos. Los microplásticos son los polímeros del plástico de un tamaño microscópico, menos de 5mm, y se dividen en dos tipos: los microplásticos primarios, que son los producidos específicamente para su utilización en diversos productos, como por ejemplo en productos de limpieza o cosméticos; y los microplásticos secundarios, que son los producidos por la degradación de desechos plásticos más grandes. La problemática de los microplásticos es muy preocupante ya que se introducen dentro la cadena trófica marina, empezando por la base, el plancton como en los grandes depredadores, llegando a crear grandes problemas para la salud de los organismos y pudiendo causarles la muerte, no solo por su ingesta y posibles obturaciones digestivas, sino porque también se exponen a los aditivos químicos asociados a la fabricación de microplásticos, y de manera adicional a las sustancias tóxicas que se pegan a las partículas de plástico. Además, los microplásticos son bioacumulables, es decir una vez entra en la cadena trófica se va acumulando nivel a nivel, desde el plancton que consumen estas partículas, por ejemplo, una sardina que se alimenta de zooplancton va a ser consumido por otro pez y éste por otro, y se puede biomagnificar y probablemente llegar a afectar la salud humana. Por ello, esto representa un grave problema ambiental que requiere de atención y control por parte de las autoridades ambientales competentes.
El objetivo de la campaña es estudiar la presencia de población planctónica en la Zona de Especial Conservación (ZEC) de las Costas del Maresme, lo que determinaría la importancia biológica del área y permitiría tener más datos para evaluar la necesidad de elevar el grado de protección de esta zona. Paralelamente, el proyecto se complementa con el estudio de una de las principales amenazas que sufre el medio marino, la presencia de microplásticos, para conocer el estado de contaminación de esta zona y evidenciar la necesidad de paliar los efectos regresivos que provocan en la biodiversidad marina.