La madrugada del 7 de septiembre empezaron a emerger las primeras crías de tortuga del primer nido de Vila-Seca. Este verano, la tortuga Mascletà, una antigua paciente del CRAM que ya hizo un intento de nido en el año 2016, volvió a nuestra costa para anidar de nuevo. Es la primera tortuga marina, que se tenga constancia, que vuelve a Cataluña a anidar, gracias al microchip identificativo que se le puso en el 2016.

La madrugada del 15 de julio hizo un primer nido con un total de 141 huevos, de los cuales 90 se traslocaron a una zona más segura de la playa y los 51 restantes se trasladaron 26 a las incubadoras de la Fundación CRAM y 25 al Zoo de Barcelona. 15 días más tarde, Mascletà volvió a la misma playa y realizó un segundo nido con un total de 74 huevos. 60 de ellos, se traslocaron cerca del primer nido no solo para estar en una zona segura, sino para facilitar la custodia del nido realizada las 24 horas por voluntarios y voluntarias de Gepec. Los 14 huevos restantes se trasladaron a las incubadoras de CRAM y del CRARC (7 en cada entidad).

La incubación artificial permite garantizar la viabilidad de una parte de la puesta en caso de cualquier contingencia en la playa, ya que garantiza unas condiciones de incubación óptimas y controladas.

La madrugada del 7 de septiembre, el equipo de Clínica y Rescate de la Fundación CRAM recibió el aviso de que empezaban a nacer las primeras crías y junto con técnicos de la Generalitat de Catalunya se desplazaron de inmediato a la zona. Un total de 9 crías de tortuga marina nacieron en un estado muy inmaduro tras 55 días de incubación y se trasladaron a las incubadoras de la Fundación CRAM.

Es probable que los animales avanzaran su nacimiento al percibir un cambio de tiempo, con lluvias y bajada de temperaturas. Los nidos deben tener una incubación mínima de unos 26 grados aproximadamente y, juntamente con las científicas de Caretta a la Vista, se decidió trasladar ambos nidos a las incubadoras de la Fundación CRAM para garantizar la viabilidad de ambos nidos y evitar riesgos derivados de la bajada de temperaturas, que podría afectar negativamente la puesta.

Un total de 55 huevos viables y 21 crías de tortuga marina entre ambos nidos han sido trasladados a las incubadoras del CRAM, hasta que los ejemplares puedan ser liberados al mar tras unas semanas en el centro.

Queremos agradecer a Gepec y a los 170 voluntarios y voluntarias que han custodiado día y noche ambos nidos tras 55 largos días.