Resultados del cuarto año del estudio para conocer el estado de contaminación marina con la tortuga marina como bioindicador realizado gracias a la colaboración de Quadpack Foundation.
Durante el año 2022 han sido atendidas, desde el Área de Clínica y Rescate de la Fundación CRAM, un total de 70 tortugas marinas, 69 ejemplares de la especie Caretta caretta y 1 ejemplar de Chelonia Mydas, tratándose de la tercera tortuga de esta especie ingresada viva en la historia del centro. De éstas, se han obtenido un total de 54 muestras, entre heces y contenido digestivo, apareciendo plástico a nivel macroscópico en el 92,6% de las muestras analizadas.
Gracias al gran volumen de tortugas marinas y a la implicación e interés en la conservación marina, la Fundación CRAM obtiene una valiosa información sobre el estado de contaminación del mar. Es por ello de que nos encontramos ante el cuarto año del estudio de análisis de presencia de plástico de las tortugas marinas que llegan al CRAM realizado con la colaboración de Quadpack Foundation. En el estudio se analizan sus heces, el contenido digestivo en el caso de las necropsias y el número de animales enredados en basura marina. Todo ello con el fin de estudiar el contenido de macroplástico que tienen y diferenciarlo en diferentes categorías. Con esta información podemos conocer más sobre la contaminación que existe en el mar y ayudar a disminuirla.
Cabe destacar que las tortugas marinas tienden a ingerir desechos plásticos o a enredarse en ellos, tienen una gran distribución espacial y utilizan todos los compartimentos marinos (desde el fondo a la superficie), lo que las hace un gran bioindicador del estado de contaminación de los mares.
Durante el año 2022, se han analizado un total de 47 muestras de heces de tortuga marina en recuperación y en el 91% de ellas han aparecido restos de plástico, siendo el más habitual el tipo lámina (31%), seguido de filamentos (14%) y de fragmentos plásticos (11%).
También se han obtenido muestras de las 7 necropsias a tortugas marinas realizadas en el 2022, hallándose restos plásticos en todas. El acúmulo de plásticos en el tracto digestivo no fue la causa de la muerte de estos individuos, pero en varios casos si produjo enteritis severa lo que produce dolor, anorexia y compromete inmunológicamente al animal. Este hecho podría ser la causa de que sean más susceptibles a amenazas, principalmente el ser capturadas accidentalmente por arrastre, suponiendo un problema para su salud y su conservación.
También han sido atendidas 2 tortugas marinas con enmalles en una de las aletas, siendo necesaria la amputación en 1 de los casos. Es fundamental que, en el caso de encontrar un animal enredado, nunca se debe retirar el material causante del enmalle, y se debe llamar inmediatamente al 112 para procurar una asistencia veterinaria que aumente las posibilidades de recuperación del animal.
En julio de 2021 entró en vigor la norma europea que prohíbe la venta de cualquier producto fabricado con plástico oxodegradable, con microesferas de menos de 5 milímetros, como bastoncillos de algodón, cubiertos de plástico, platos, pajitas, palitos agitadores de bebidas, el palo de los globos, los recipientes de poliestireno expandido y los vasos de ese mismo material. La alternativa son productos similares pero fabricados de papel, cartón o fibras naturales.
Puede parecer contradictorio el aumento de plástico encontrado en heces y contenido digestivo con la prohibición en su venta, pero lo cierto es que la acumulación en mares y océanos es de tal magnitud que probablemente todavía tardaremos décadas en vislumbrar una reducción de su presencia en el medio natural. Lamentablemente, la acumulación de basura marina es un problema difícil de solucionar en un plazo breve de tiempo.
Las tortugas marinas son un bioindicador del estado de contaminación de los mares. Estos altos porcentajes de restos plásticos en su interior indican que el mar contiene gran cantidad de residuos de este tipo, y esto influye no sólo en la vida marina, si no en la vida de todos los habitantes del planeta, ya sea por consumo de productos del mar como por el ciclo del agua. El mar produce más de la mitad del oxígeno que se respira en la Tierra. Un mal estado de los mares produce un mal estado generalizado influyendo en todos los seres vivos.