Los últimos días hemos estado muy preocupados con los nidos del Delta del Ebro debido a los pronósticos meteorológicos. Como medida preventiva, se protegieron ambos nidos con lonas, para intentar evitar que se inundaran. Una vez llegaron las lluvias torrenciales que afectaron a la zona, se tuvo que evacuar a los voluntarios y voluntarias del «Parc Natural de Delta de l’Ebre» que estaban haciendo custodia y durante un par de días no se pudo acceder a la playa donde había ambos nidos.

Una vez se tuvo acceso de nuevo, miembros de «Serveis Territorials del Delta de l’Ebre» se acercaron a la zona y mediante un fonendoscopio se pudo escuchar que había sonidos dentro del nido, lo que nos dio esperanzas de pensar que llegábamos a tiempo para poder tirar adelante el nido.

La madrugada del sábado al domingo, personal del Área de Investigación y Conservación del CRAM junto con técnicas de la Universidad de Vic (Proyecto Caretta a la Vista) se desplazaron hasta el nido y se decidió facilitar la salida de las tortugas sacando la arena compacta que se había generado por las lluvias que les impedía salir del nido. Sino se hubiera hecho, las tortugas que ya habían nacido hubieran muerto ahogadas por falta de oxígeno.

Se pudo asistir a un total de 27 tortugas, que tras ser examinadas 20 de ellas fueron directas al mar y 7 de ellas se han trasladado a las instalaciones del CRAM. Formaran parte del proyecto de Head-Starting, donde serán criadas en cautividad hasta que alcancen un peso y tamaño óptimo para su reintroducción en el medio natural, favoreciendo así la supervivencia de la especie y contribuir a estudiar estos hechos tan insólitos y cada vez más frecuentes en nuestras costas.

Además, dentro del nido se encontraron 8 animales eclosionando y 3 huevos que parecían viables. Han sido trasladados a las incubadoras del CRAM para que acaben el proceso de eclosión.

Esa misma noche se decidió exhumar el nido y la gran mayoría de huevos que no habían eclosionando, tenían al embrión muerto dentro del huevo. Por su estado embrionario, se determinó que probablemente murieron debido a las fuertes lluvias.

Respecto a los huevos que se han incubado de manera artificial, han nacido un total de 13 crías de los 16 huevos. La incubación artificial permite garantizar la viabilidad de una parte de la puesta en caso de cualquier contingencia en playa, como puede ser situaciones meteorológicas como las que pasaron la semana pasada en el sur de Cataluña.

Seguimos muy pendientes de la evolución del segundo nido de tortuga marina que hubo en el Delta del Ebro. Aprovechamos el fin de semana para comprobar que los huevos estaban bien y liberamos un poco la arena para que no estuviera tan compacta y que las tortugas puedan salir sin problemas en los próximos 15 días. Como las temperaturas han remontado, el nido seguirá su incubación de manera natural en playa, aunque controlamos a diario las temperaturas, ya que una bajada muy drástica podría poner en peligro la puesta.