Un total de 23 tortugas marinas han nacido en el segundo nido que hubo este verano en el Delta del Ebro. Las últimas semanas nos ha tenido muy preocupados con las bajadas de temperaturas, así como por las intensas lluvias que han ido sucediendo. Los cambios climáticos son uno de los principales problemas para una correcta incubación en playa. Como medida preventiva, respecto a las lluvias, se puso una lona para intentar evitar que se inundara el nido.

Tras casi 60 días de incubación, una tortuga nació de manera natural la noche del 18 de septiembre y los voluntarios y voluntarias del Parc Natural del Delta de l’Ebre dieron el aviso. Personal del Área de Investigación y Conservación del CRAM junto Elena Abella de la Universidad de Vic (Proyecto Caretta a la Vista) se desplazaron hasta la zona para hacer guardia durante toda la noche por si nacían más crías. Ninguna tortuga más nació durante la noche y se decidió a las 06.30 de la mañana del 19 de septiembre proceder a abrir el nido.

Se pudo asistir a un total de 20 tortugas intentando salir del nido, 1 tortuga en proceso de eclosión y 1 huevo viable. Si no se hubiera abierto el nido, las tortugas que ya habían nacido hubieran muerto ahogadas por falta de oxígeno al estar la tierra compactada debido a las lluvias.

Se encontró también una tortuga muerta, 5 tortugas muertas eclosionando, 17 huevos en diferentes estadios embrionarios y el resto de los huevos (27) sin desarrollo aparente.

Un total de 11 tortugas fueron directas a mar y el resto formaran parte del proyecto de Head-Starting, donde serán criadas en cautividad hasta que alcancen un peso y tamaño óptimo para su reintroducción en el medio natural, favoreciendo así la supervivencia de la especie y contribuir a estudiar estos hechos tan insólitos y cada vez más frecuentes en nuestras costas. También fueron trasladas a las incubadoras del CRAM la tortuga que está en proceso de eclosión así como el huevo viable, para que terminen el proceso.

De las tortugas que formarán parte del proyecto de Head Staring, algunas de ellas presentan deformidad en las aletas anteriores, probablemente ocasionado por la compactación de la arena, que les impide una natación correcta.

Respecto a los 12 huevos que se han incubado de manera artificial, han nacido todos. La incubación artificial permite garantizar la viabilidad de una parte de la puesta en caso de cualquier contingencia en playa, como puede ser situaciones meteorológicas como las que pasaron hace unas semanas en el sur de Cataluña, así como la bajada de temperaturas de los últimos días.

Queremos agradecer la colaboración indispensable de los técnicos y voluntarios del Parc Natural del Delta de l’Ebre así como de los técnicos de Serveis Territorials del Delta de l’Ebre y de la Generalitat de Catalunya.