Esta pasada semana se ha vivido un catastrófico episodio de varamiento masivo de cetáceos en la bahía Golden, situada al noreste de la isla Sur de Nueva Zelanda.
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El viernes 10 de febrero por la mañana, los habitantes de la zona encontraron 416 ejemplares de calderones varados en las playas de la bahía. Según la información publicada en la página web del Departamento de Conservación neozelandés, más de la mitad de los calderones ya estaban muertos cuando los encontraron, el resto pudieron volver al mar después de diversas subidas de marea; a pesar de ello, una veintena de calderones volvieron a varar y finalmente les tuvieron que aplicar la eutanasia.
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El sábado 11 por la tarde, más de 200 calderones volvieron a varar en la playa; por suerte, la gran mayoría de ejemplares de este nuevo varamiento pudieron reflotar después de la subida de la marea.
A pesar de que el problema parecía solucionado, el lunes fue un día de tensiones, ya que se vio un grupo de unos 200 calderones, probablemente el mismo que había varado el sábado, a muy poca distancia de la costa y se temía por un nuevo episodio de varamiento masivo.
Desde el domingo hasta hoy se han registrado una decena de nuevos varamientos, afortunadamente todos los individuos han podido volver al mar con ayuda de la marea.
Los casos de varamientos masivos son excepcionales y a menudo se desconoce su origen. En esta ocasión, se cree que la causa podría ser la presencia de tiburones blancos en la bahía, a pesar de que frecuentemente estos fenómenos se asocian a operaciones militares o actividades que generan una fuerte contaminación acústica. Los animales se acercan peligrosamente a la costa y cuando baja la marea quedan encallados. El calor y la deshidratación los debilitan y, en ocasiones, pueden acabar causándoles la muerte.
El Departamento de Conservación neozelandés, conjuntamente con la organización sin ánimo de lucro Project Jonah, han sido los encargados de las operaciones de rescate de estos cetáceos en la bahía Golden y gracias a la colaboración de centenares de voluntarios, la mayoría de los calderones varados vivos han podido volver al mar.
En la costa catalana, la Generalitat, la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM) y sus centenares de voluntarios son los encargados de actuar en caso de varamiento de cetáceos.
Si queréis conocer mejor los cetáceos del litoral catalán, los protocolos de actuación en varamientos, así como las diversas amenazas que sufren estos delicados mamíferos marinos, podéis asistir al curso Cetáceos: biología, clínica y técnicas de estudio que se realizará en la Fundación CRAM el próximo fin de semana 18 y 19 de marzo.
Y si lo que queréis es colaborar activamente con la Fundación CRAM, encontraréis muchas maneras para hacerlo en el apartado colabora de nuestra web.